Es importante tener en cuenta, en relación a la metodología de estudio de la compleja problemática concerniente al aborto, que se ha partido, a la hora de elaborar el presente apartado, de la constatación de la inexistencia de un mínimo acuerdo acerca de las cuestiones centrales que hacen referencia al mismo.
En todos los campos del saber -Medicina, Etica, Antropología, Filosofía del Derecho, Ciencia del Derecho Penal, Ciencia del Derecho Constitucional, Teología Moral...- existen múltiples tendencias y concepciones, que aunque a veces son parcialmente coincidentes sobre determinados aspectos, mantienen, sin embargo, criterios radicalmente divergentes, sin que puedan considerarse los diversos argumentos, en ningún caso definitivos ni convincentes para los defensores de las tesis opuestas.
Además, en las discusiones en torno a la legitimidad del aborto, se mezclan argumentaciones que vienen determinadas por una fuerte carga emotiva e ideológica. Lo cual no colabora, en absoluto, en la tarea de encontrar una solución comúnmente aceptable a los problemas planteados.
Lo mismo puede decirse respecto de los diversos sistemas jurídicos y respecto de la práxis jurídica -jurisprudencial y sociológica- vigente en los diversos países.
Por todo ello, dentro de una concepción pluralista de los Derechos
Humanos, se ha optado por ofrecer, en dos fichas o apartados distintos,
dentro del amplio abanico de posibles respuestas, aquellas que representan
las dos posturas más radicales y opuestas:
Esta segunda perspectiva o respuesta tendrá su desarrollo adecuado en el apartado 3º (Explicación del derecho) del capítulo de la Parte Especial referente al Derecho a la no discriminación por razón de sexo: los derechos de la mujer.