Antecedentes
El Ecuador suscribió y ratificó la
Convención Internacional sobre los Derechos del Niño en marzo de 1990 y
aprobó el "Plan Nacional de Acción para la Supervivencia, Protección,
Desarrollo y Participación del Niño en el Decenio del 1990", en
diciembre de 1991. En la nueva Constitución Política del Ecuador, que entró
en vigencia en agosto de 1998, existen avances significados referidos a la
protección integral de la niñez y adolescencia.
En la Constitución del Ecuador se
establece la organización de un sistema nacional descentralizado de
protección integral a la niñez y adolescencia y la existencia de un órgano
rector, responsable de definir políticas hacia este sector. Así mismo, se
establece la necesidad de que los gobiernos seccionales definan políticas
locales para la niñez y adolescencia y destinen recursos para la
implementación de programas en su beneficio. Esta instancia estatal rectora y
responsable de la formulación y seguimiento de las políticas de niñez y
adolescencia, denominada Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia ha sido
creada mediante Decreto Ejecutivo en el presente año (1999) y es prematuro
evaluar su eficacia.
Estos avances jurídicos no se han
traducido, todavía, en políticas y programas de atención a la infancia, en la
conformación de un aparato institucional que garantice el ejercicio de los
derechos por la niñez y adolescencia y la posibilidad de exigirlos.
La situación de las ciudadanas y
ciudadanos ecuatorianos, sujetos de derechos, en edades comprendidas entre 0
y 18 años, contrasta con las normas establecidas en la nueva Constitución
Política del Estado (1998) y la Convención sobre los Derechos del Niño
(1990). Como se comenta en los siguientes párrafos, los indicadores sobre la
calidad de vida de las niñas y niños ecuatorianos indican que existen
profundas limitaciones tanto del Estado como de la sociedad en la formulación
y ejecución de políticas sostenibles de atención a la niñez y adolescencia.
Se han implementado programas que
excepcionalmente perduran en el tiempo y si lo hacen son afectados por la
crisis económica, las cambiantes decisiones de las autoridades o funcionarios
públicos.
La actual institucionalidad, que
tiene la responsabilidad de la ejecución de políticas básicas, de protección
y de garantías es anacrónica y resistente a los cambios. En cuanto a la
sociedad, ésta carece de conocimiento y conciencia sobre los derechos de la niñez
y adolescencia, la necesidad de su cumplimiento y los mecanismos de
exigibilidad existentes para su defensa y restitución.
El bienestar, las oportunidades
para desarrollar sus potencialidades, y la calidad de vida de las niñas y
niños del país no depende exclusivamente de la vitalidad y crecimiento de la
economía, dependen de las condiciones de su entorno jurídico, político,
institucional y social.
En el ámbito estructural,
son diversos los factores que configuran la situación de la niñez y su grado
de bienestar. Entre otros, podemos citar los siguientes: la cultura política,
los intereses de los diversos grupos económicos, la distribución del ingreso,
la inversión en el sector social, costumbres y creencias, las relaciones
sociales (entre hombres y mujeres, entre las diversas clases sociales, entre
el área urbana y rural y, entre las diversas etnias). A nivel familiar,
las oportunidades de la población infantil para desarrollar sus
potencialidades están condicionadas por la estructura familiar, el nivel de
ingresos del hogar, el nivel de educación de sus progenitores, el lugar donde
viven, la tradición cultural familiar y su sexo.
Población. Ecuador es un país multiétnico.
Está conformado por una población culturalmente diversa y predominantemente joven
y urbana, distribuida en cuatro regiones geográficas: la Sierra, la Costa, la
Amazonía y las Islas Galápagos. De aproximadamente 12 millones de ciudadanos
(1997) el 51% son mujeres; el 45% tiene menos de 17 años de edad y casi la
mitad de la población (48%) tiene menos de veinte años. De este último grupo,
más del 32% tiene menos de 9 años. Del total de la población, aproximadamente
3,800.000 pertenecen a alguna nacionalidad de las 12 existentes, y más del
45% de las personas viven en el área rural.
La pobreza. En el país la riqueza se
concentra en pocas personas, mientras la pobreza afecta a un 70% de las
personas. Las áreas rurales, las zonas altas y montañosas, las zonas
selváticas de la Amazonía y de la Costa, y las zonas suburbanas de Quito y
Guayaquil albergan a una alta proporción de las familias pobres e indigentes
del país. Las personas más afectadas por la pobreza, en su mayoría, son
indígenas, pequeños productores campesinos, mujeres jefas de hogar,
trabajadores del sector informal urbano, y obviamente dentro de estos grupos
las niñas y niños son los que ocupan el lugar inferior en la escala de
pobreza. Como podemos observar, el nivel y la distribución de la pobreza
están condicionados por el lugar de residencia, la condición étnica, el sexo,
y la edad.
La causa de la pobreza de la
población es la inequitativa distribución del ingreso, acentuada por las
dificultades de crecimiento económico, la fragilidad e inestabilidad política
e institucional, la marginación y el racismo de la que son víctimas los
sectores indígenas, y las relaciones de subordinación entre las personas en
razón de la edad, el género y condición social.
Educación y ciudadana. Las oportunidades de educación
de la población dependen de su residencia, su condición étnica y su edad. Las
generaciones actuales tienen acceso casi universal a la educación primaria
(alrededor del 90%), sin embargo el sistema educativo es deficiente en
infraestructura, calidad, distribución de profesores y en logros académicos.
Del total de escuelas públicas, el 83% no tienen equipamiento ni condiciones
sanitarias mínimas. En el campo, el 38% tienen un solo profesor/a para todos
los grados. Un 50% de niños y niñas de cuarto y quinto grado no entienden lo
que leen y sus destrezas en matemáticas son menos que aceptables. Además, en
muchos casos, con el consentimiento de los padres, las niñas y niños suelen
ser mal tratados (agredidos) por maestras y maestros.
La población indígena mantiene un
déficit histórico en cuanto a la adquisición de destrezas mínima de escritura
y lectura. Esta situación se mantiene por la frágil situación del sistema de
educación bilingüe y por la precaria calidad de la educación en el área
rural. Las niñas de todo el país, que asisten a la escuela al igual que los
niños, en muchos casos en mayor número y con mejor rendimiento que los niños,
aún deben enfrentar obstáculos culturales que se manifiestan en valores y
prejuicios -generalmente relacionadas con su género y etnia- que inciden
negativamente en el desarrollo de sus destrezas, aptitudes, opciones y
oportunidades de aprendizaje.
El acceso a la enseñanza
secundaria para la población mayor de doce años es sumamente limitada, sobre
todo en el campo. Los colegios secundarios se concentran en los centros
urbanos. En las áreas rurales el transporte vehicular es muy poco
frecuente y costoso. Así, más de un 70% de niñas y niños sólo pueden aspirar
a finalizar la primaria y empezar a trabajar a los 10 y 12 años. Por la falta
de opciones, por la percepción sobre la poca utilidad práctica de la
educación primaria, y por la necesidad familiar de generar ingresos, los
niños y niñas, entre los 10 y 12 años (especialmente los niños) abandonan la
escuela.
En suma, el sistema educativo
opera como una pirámide: conforme sube el nivel y la calidad existen menos y
menos cupos para el ingreso de nuevos estudiantes. El sistema educativo ha
favorecido a los sectores medios y altos y particularmente a aquellos de las
ciudades. La educación en el Ecuador tiene que cambiar y mejorar mucho para
garantizar un ambiente propicio, saludable y equitativo para estimular el
desarrollo intelectual de las niñas y niños del país, y para hacer viable el
desarrollo.
La salud de la ciudadana. El nivel de salud del que disfruta
la población ecuatoriana es modesto. La salud de la población depende, en
gran medida, de los servicios públicos. Los progresos de los años 70 se ven
amenazadas por la crisis económica y política que vive el país desde el
decenio pasado. La detención de la ampliación de los servicios de salud y el
deterioro de los existentes, y el mayor empobrecimiento de la población, pone
en mayor riesgo a los grupos menos favorecidos, especialmente a las mujeres y
a las niñas y niños del campo. Como en la educación, las desigualdades más
visibles en la salud son aquellas entre los habitantes de las ciudades y del
campo, entre los grupos indígenas y la población blanco-mestiza, y entre los
hombres y mujeres.
Una de cada tres comunidades
rurales del país (35%) tiene un puesto de salud. De éstas, en las dos
terceras partes (76%) no hay suficientes profesionales para atender a los
pobladores; en los servicios restante la atención es esporádica y en muchos
casos deplorable y maltratante sobre todo para las mujeres indígenas. El
acceso a hospitales y centros de planificación familiar está concentrado en
los centros urbanos y son deficientes por las dificultades financieras y de
gestión. Estas características explican por qué la mitad de las mujeres del
campo, especialmente la campesina e indígenas, no reciben atención de salud
durante sus embarazos y partos.
Es enorme el abandono del campo en
la provisión de servicios de saneamiento básico. Las mujeres, como las
principales responsables del cuidado infantil y del trabajo doméstico, son
las que más sufren por la falta de infraestructura sanitaria que es
indispensable para prevenir enfermedades. La falta de agua por tubería afecta
a la mayoría de hogares del campo (50% en la Sierra y 70% en la Costa) y al
30% de hogares urbanos. Solo el 25% de los hogares del campo tienen servicios
higiénicos; en las ciudades este indicador llega al 86%. Los sistemas de
alcantarillado o canalización son muy escasos, en especial en la Costa. Solo
el 14% de la población rural accede a este servicio en comparación con el 69%
de los asentamientos urbanos. En gran parte del campo (84%) los desechos y la
basura se evacuan en terrenos y ríos. Estas prácticas contaminan el agua y el
ambiente y aumentan los riesgos sanitarios.
La situación sanitaria de los
hogares, la falta de servicios de salud, sumado a la situación económica de
las familias explica por qué en el país alrededor del 67% de las niñas y
niños del campo serrano y el 43% en el campo costeño sufren de desnutrición.
La situación en las áreas suburbanas de las grandes ciudades es similar.
La mortalidad de las niñas y niños
ha disminuido en las ultimas décadas. No hay evidencia de diferencias en la
frecuencia de la muerte de niñas y varones. Persisten, sin embargo, una alta frecuencia
de muertes y enfermedades prevenibles. La mayor causa de muerte de bebés (51
por cada mil nacidos vivos) se debe a carencias de las madres, a la falta de
asistencia prenatal y a la asistencia inadecuada del parto. La falta de
saneamiento básico es la causa del 35% de muertes y enfermedades infecciosas
intestinales y respiratorias- de niñas y niños.
Otro problema de salud física y
mental entre la población joven es el embarazo temprano. El embarazo aumenta
los riesgos de salud y limita las oportunidades de desarrollo personal de las
adolescentes. El embarazo es una carga excesiva para las adolescentes durante
su desarrollo y las expone a una mayor probabilidad de muerte tanto a ellas
como a los bebés. Es también el inicio de un ciclo de transmisión de
vulnerabilidad sanitarias sociales y económicas de madres a hijas (Retratos
de Mujeres; 1998). En años recientes, una quinta parte de las jóvenes entre
15 y 19 años (17%) eran madres o estaban embarazadas. Esta problemática se
agrava porque el 95% de la población menor de 21 años que vive en zonas
marginales no conoce sobre las enfermedades de transmisión sexual (Encuesta
hecha por Plan internacional, 1999). Las dos terceras partes de las mujeres
no usan anticonceptivos (67%), debido a creencias religiosas, a la oposición
de su pareja, al temor a efectos colaterales, al costo de los insumos.
Finalmente, la gran mayoría de
ecuatorianas y ecuatorianos no están protegidos por seguros de salud. Los
sistemas de seguridad médica públicos y privados dejan de lado al 80% de la
población. La cobertura del seguro médico es ligeramente mayor en el campo
debido a la presencia reciente del Seguro Campesino. Los hogares indígenas
son los que menos acceso tienen a estos servicios de previsión médica y de
cuestionada calidad como se señala en los párrafos anteriores.
Las necesidades de salud y
saneamiento de la población infantil y de las mujeres, así como el ejercicio
de sus derechos como usuarias de servicios constituyen un urgente -pero hasta
ahora silencioso- desafío para el sistema sanitario nacional.
En síntesis, existe la necesidad
de priorizar las políticas básicas de protección y de garantías. Se han
diseñado planes de acción consensuados y existen avances jurídicos
significativos. Sin embargo, hasta el momento, no existe la estructura
institucional para diseñar y ejecutar las políticas para la atención,
protección y garantía de los derechos del 45% de ciudadanos y ciudadanas en
edades comprendidas entre 0 y 18 años.
Plan Operativo de Acción 1999 -
2003
La aplicación de la nueva
Constitución Política del Ecuador, que establece principios y normas favor de
la niñez y adolescencia y que recoge los planteamientos de la Convención
sobre los Derechos del Niño, constituye, de hoy en adelante, el eje
fundamental del accionar institucional e interinstitucional de quienes
trabajamos por el cumplimiento de los derechos de los niños.
Las propuestas de inclusión de
estos derechos en la Constitución responden a un proceso desarrollado en los
últimos años por un conjunto de instituciones públicas y privadas,
organizaciones sociales y la activa participación de niños, niñas y
adolescentes. Este proceso, incluye la firma del Acuerdo Nacional, realizado
el 19 de junio de 1997, por los representantes de las tres Funciones del
Estado, el Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito, el Prefecto de
Pichincha y la Primera Dama de la Nación, en el marco de la Gira
Democrática tica, llevada a cabo por los niños de nuestro país para
lograr la vigencia y exigibilidad de sus derechos. Este Acuerdo Nacional,
contempla la necesidad de impulsar una Agenda Unificada por la Niñez y
Adolescencia que permita que todos trabajemos bajo objetivos nacionales, de
manera articulada y bajo los principios e la descentralización y
participación.
A partir de este compromiso, el
Movimiento por los Derechos de los Niños, representado por el Foro
Ecuatoriano Permanente de Organizaciones por y con los Niños, Niñas y
Adolescentes, el Instituto Nacional del Niño y la Familia-INNFA, el Programa
del Muchacho Trabajador del Banco Central-PMT, Defensa de los Niños
Internacional-DNI Ecuador, Dirección Nacional de Protección de Menores-MBS,
Plan Internacional, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF
y múltiples organizaciones públicas y privadas ubicadas en todas las
provincias del país, hemos impulsado acciones tendientes a cumplir los
compromisos asumidos en la Agenda Unificada.
Este nuevo marco de principios,
conceptos y derechos contemporáneo, en concordancia con la Convención sobre
los Derechos del Niño y la nueva Constitución del Ecuador, nos compromete a
todos: Gobernantes nacionales y locales; instituciones públicas, privadas,
nacionales, internacionales; organizaciones sociales, iglesias, medios de
comunicación, empresarios y trabajadores; familias; niños y población en
general, a trabajar mancomunadamente a fin de cumplir y hacer cumplir los
mandatos Constitucionales y hacer realidad la protección integral que los
niños del país demandan.
Desde el Movimiento Social por los
derechos de los niños, las Instituciones públicas y privadas, consideramos
impostergable desarrollar el trabajo de los próximos años en favor de la
infancia, en el marco de la Agenda Unificada. Por ésto, exigimos a los
futuros gobernantes, impulsar, apoyar, y desarrollar la Agenda Unificada para
concertar políticas, objetivos y metas, y así lograr la vigencia,
exigibilidad y restitución de los derechos de niños y adolescentes del país,
garantizándoles:
- Una existencia digna.
- Formación en los valores de
convivencia, democracia, ciudadana activa.
- Participación reconocida en
la vida del país y en los escenarios donde transcurre su formación y
socialización: la familia, la escuela, la calle, los lugares de trabajo,
los lugares de recreación, el campo, la ciudad y demás espacios de
interpelación con el mundo de los adultos.
Finalmente, frente a la difícil
situación que vive el país, y dentro del contexto de la Agenda Unificada,
presentamos a continuación un plan de acción para los siguientes cuatro años,
que aborda aspectos de urgente atención.
Plan Operativo de Acción 1999 - 2003
Objetivos
|
Metas
|
Acciones
|
Generar el reconocimiento del
niño como persona, sujeto de derechos y ciudadano.
Promover los derechos y el ejercicio
de la ciudadanía de niños, niñas y adolescentes en todos los espacios
cotidianos.
|
Cambios en las concepciones,
actitudes y relaciones entre personas y movimientos sociales que han
incorporado en sus agendas los Derechos de la Niñez y Adolescencia.
Niños, niñas y adolescentes
participando en la construcción de su propia vida.
|
1.1 Promover procesos de
democratización de los espacios organizacionales e institucionales.
1.2 Desarrollar el componente de Comunicación
y Movilización Social en favor de los derechos de la niñez y adolescencia.
1.3 Promover y construir formas,
mecanismos y espacios de participación de niñas/os y adolescentes en los
ámbitos público y privado.
|
Estructurar una nueva institucionalidad,
que defina y ejecute políticas de Estado participativas, concertadas,
viables a mediano y largo plazo para la infancia.
|
Sistema Nacional Descentralizado
de Protección Integral a la Niñez y Adolescencia funcionando
permanentemente, para garantizar el cumplimiento de la política nacional de
protección integral y la vigencia y exigibilidad de los Derechos de niñas,
niños y adolescentes.
|
2.1 Diseñar y poner en marcha el
órgano rector del Sistema Nacional Descentralizado de Protección Integral a
la Niñez y Adolescencia.
2.2 Articular las políticas
públicas a través de las redes, programas y servicios.
2.3 Desarrollar un sistema de
monitoreo y control de la ejecución de políticas y programas.
2.4 Diseñar e implantar mecanismos
de exigibilidad de derechos a nivel nacional y local.
2.5 Articularse a procesos
regionales. Monitoreo de la situación internacional.
2.6 Elaborar una estrategia de
comunicación y educación ciudadana en el tema de la nueva legislación.
|
Operativización de las acciones
1.1 Promover procesos de
democratización de los espacios organizacionales e institucionales
|
La Convención sobre los Derechos
del Niño y la Constitución Política garantizan derechos para los niños, niñas
y adolescentes, bajo este contexto los espacios institucionales deben definir
y re-definir sus estrategias con el fin de lograr una apertura para la
socialización y concientización de estos derechos.
Promover espacios de gestión
democrática de las instituciones basados en principios de participación
ciudadana, equidad, concertación, actoría de niñas y niños, teniendo como
paradigma la Doctrina de Protección Integral, el principio de interés
superior del niño, la no-discriminación y el principio de niño sujeto de
derechos y máxima prioridad.
Para el efecto se desarrollarán
actividades y acciones tendientes a que la información y espacios de
discusión y decisión de las instituciones que tienen que ver con el sector
social y especialmente las que trabajan en el tema de infancia sean más
democráticos, equitativos, participativos, paritarios, para lo cuál se prevé:
- Diseño y operativización de
un proyecto de coordinación entre las diferentes instituciones de los
sectores comprometidos por el bienestar de la infancia ecuatoriana.
- Fortalecer espacios de
coordinación y alianzas estratégicas entre instituciones y actores
sociales claves (organizaciones de base, iglesia, lideres barriales,
etcétera), buscando la articulación institución-comunidad.
- Crear una base de datos y
mapeo de instituciones y actores claves de los sectores participantes en
el ámbito local.
- Desarrollo de programas que
promuevan la democratización de las instituciones que trabajan con y por
las niñas, niños y adolescentes.
Estas estrategias se trabajarán
bajo los ejes y principios del Sistema Nacional Descentralizado de Protección
Integral para la Niñez y la Adolescencia, a decir: Descentralización,
Participación, Coordinación - Articulación Institucional, Rendición de
Cuentas.
1.2 Desarrollar el componente de
Comunicación y Movilización Social en favor de los derechos de la niñez y
adolescencia
|
Estrategias de comunicación son
vitales en todo tipo de proyecto social, especialmente en donde se necesita con
mayor fuerza promocionar la participación social, el compromiso
institucional, exigibilidad de derechos, conocimiento de demandas sociales,
entrega de servicios, etcétera.
En este sentido el diseño de un
componente comunicacional es clave en esta propuesta, la misma que cruza por
todos los ejes, es decir será integral o integradora de todas las acciones
que se desarrollarán en este plan.
Los objetivos de este componente
son: la educación y formación para sensibilizar y concientizar a
comunicadores sociales, en el tema de los Derechos de la niñez y adolescencia
y fomentar el respeto de los medios de comunicación frente a las noticias
relacionadas con los niñas y niños.
Esta estrategia, entre otras
cosas, ayudará a la modificación de las relaciones adultos, niños, en los
espacios de la vida cotidiana (escuela, comunidad, barrio, familia).
Para lo cual planteamos:
- La creación de una propuesta
de Comunicación para consolidar la identidad del sector infancia,
mediante establecimiento de redes de comunicación con medios formales y
alternativos.
- Coordinar acciones con las
Asociaciones de medios de comunicación para que incorporen el tema de la
infancia como prioridad nacional.
- Diseño de un plan de
capacitación sostenido, dirigido a los comunicadores sociales, que de a
conocer los alcances de la Convención sobre los Derechos del Niño y de
la Constitución Política.
- Promover la eficiencia de la
comunicación social sobre derechos, mediante el entrenamiento de
periodistas, la modificación del pensum de estudio de facultades,
creación de postgrados y realización de talleres sobre comunicación
social de derechos.
- Reconocer a los profesionales
de la comunicación que se hayan destacado en su labor periodística en
beneficio de la niñez y adolescencia.
- Incentivar la investigación
periodística en el tema de Derechos de la Niñez y Adolescencia.
- Creación de un medio de
información permanente sobre temas de infancia y sus derechos, con
participación y auspicio de diversos actores.
- Diseño e implantación de espacios
de involucramiento de la sociedad civil, empresas y gobierno en la
difusión de los Derechos de la Niñez y adolescencia.
Estas acciones deben ser
construidas en forma concertada entre profesionales e instituciones
vinculados al sector infancia y de comunicadores sociales de diversos medios,
teniendo como propósito central movilizar a la sociedad a favor de la niñez y
adolescencia ecuatorianas.
1.3 Promover y construir formas,
mecanismos y espacios de participación de niñas/os y adolescentes en los
ámbitos público y privado
|
Es necesario considerar que los
espacios de la vida cotidiana de los niños son: la escuela, el barrio, la
familia, y son en estos espacios en donde se desarrolla su vida y por lo
tanto donde deben generarse procesos de participación para que sean
escuchados, puedan opinar, expresen sus demandas, intereses e inquietudes.
Bajo esta premisa, la
participación es una estrategia muy útil para que los niños, niñas y
adolescentes desarrollen su vida emocional y física en un escenario en donde
los adultos sean respetuosos de sus derechos. Esto posibilita generar
espacios de comunicación fluida, armoniosa entre estos actores.
Lograr que la participación de
niñas, niños y adolescentes sea efectiva y real es un gran reto de nuestras
instituciones, para lo cual planteamos:
- Lograr mayor participación de
niñas, niños y adolescentes a todo nivel, integrando a nuevos actores de
la sociedad civil y Estado y que tengan representatividad en la nueva
institucionalidad.
- Consolidar procesos de
actoría de niños, niñas y adolescentes en los espacios de su vida
cotidiana: familia, escuela, barrio ( gobiernos escolares, consejos
estudiantiles y demás formas organizativas).
- Realizar campañas de sensibilización, a fin de
concientizar a las instituciones para que la opinión del niño sea
considerada y respetada en el diseño y aplicación de programas y
proyectos sociales.
2.1 Diseñar y poner en marcha el
órgano rector del Sistema Nacional Descentralizado de Protección Integral a
la Niñez y Adolescencia
|
Para organizar el órgano rector de
las políticas públicas de infancia, se requiere redefinir el rol del Estado
en cuestiones de niñez y adolescencia, y rediseñar las instituciones que
trabajan con este sector de la población a nivel nacional, provincial y
local.
La Constitución de la República
vigente, establece que dicho órgano será de carácter nacional y que se
integrará paritariamente entre Estado y sociedad civil.
Tanto en el órgano rector como en
las instituciones rediseñadas, se deberán crear canales y mecanismos de
participación de la sociedad para la identificación de políticas como para el
seguimiento de su ejecución.
Dicho organismo deberá tener poder
político institucional para incidir en la definición de prioridades y
políticas de los ministerios de Salud, Educación y demás entidades públicas
vinculadas a la gestión de políticas dirigidas a la población infantil.
El Sistema Nacional
Descentralizado de Protección Integral a la Niñez y Adolescencia y su órgano
rector de políticas públicas, deberá basarse en los principios de la
Constitución Política del Estado ecuatoriano, en los planes de acción
consensuados elaborados en años anteriores con la participación de diversos
actores sociales, y en la capacidad instalada disponible en el país
relacionada con los servicios y programas destinados a la niñez y
adolescencia.
La Política Nacional de
Protección a la Niñez y Adolescencia debe ser parte de una propuesta
de reforma social orientada a superar la pobreza, misma que incluye:
a) Políticas Sociales Básicas, de rango constitucional, son deber
del Estado y derecho de todos. Son de carácter universal, lo que significa
que incluyen a toda la niñez y adolescencia del país (salud, educación,
recreación, medio ambiente). Las políticas sociales básicas requieren la
asignación de recursos, el respaldo político y técnico a la planificación, la
ejecución y evaluación de los programas de iniciativa ciudadana, una Nueva
Institucionalidad1, el control social, la desconcentración y
descentralización de las estructuras de gestión y gerencia social, y una
estructura institucional de coordinación y participación social.
b) Políticas de Atención Especial, dirigidas a aquellos sectores de
la niñez que se encuentran en situación de riesgo permanente o temporal
debido a la pobreza o a otros factores. Los programas derivados de este tipo
de políticas se constituyen en programas focalizados para grupos específicos.
(cuidado diario, apoyo y asistencia a la familia).
c) Políticas de Protección
Especial para
niños, niñas y adolescentes que han sido víctimas o están en riesgo de que se
violen sus derechos (maltrato, tráfico de niños, trabajo infantil, explotación
sexual a niñas, niños y adolescentes entre otros).
d) Políticas de Garantía de
Derechos, diseñadas
para poner en ejecución la legislación aprobada por el país sobre los
derechos del niño y que contempla la acción de instituciones responsables de
establecer normativas específicas, demandadas y controlar su cumplimiento
(Defensoría del Pueblo, Ministerio Público, Administración de Justicia,
Defensoría del Educando).
e) Políticas de Participación, orientadas a garantizar el
derecho de la niñez y adolescencia a participar activamente en su desarrollo
en la vida nacional, y a ejercer plenamente sus derechos de libre expresión,
asociación, pensamiento, conciencia y creencia religiosa (gobiernos
escolares, consejos estudiantiles, grupos barriales).
Para lograr que el órgano rector
del Sistema Nacional Descentralizado de Protección Integral a la Niñez y
Adolescencia se ajuste al mandato constitucional y a lo planteado por la
Doctrina de Protección Integral, se propone:
- Orientar el diseño de
políticas públicas con los siguientes criterios: ser concertadas entre
el Estado, los gobiernos locales y la sociedad civil; contar con la
participación infantil y tender a la descentralización de programas y
recursos.
- Asegurar que el Consejo
Nacional de la Niñez y Adolescencia, sea el encargado de formular las
políticas de garantía de derechos tomando en cuenta los siguientes
principios:
- No discriminación.
- Interés superior de niñas, niños y adolescentes.
- Niñas, niños y adolescentes sujetos de derechos.
- Ciudadanía social de niñas, niños y adolescentes.
- Desarrollo integral de la niñez y adolescencia como prioridad nacional.
- Respeto a la diversidad etnocultural y de género.
- La familia como espacio vital del desarrollo de niñas, niños y
adolescentes.
- Tomar en cuenta los
compromisos asumidos por el país en la Convención sobre los Derechos del
Niño para la aplicación de las políticas y programas de atención y
protección a la niñez y adolescencia.
- Desarrollar acciones que
permitan monitorear la aplicación de los instrumentos internacionales
legalmente suscritos por el Ecuador, en el marco del Derecho
Internacional y propiciar la articulación a procesos regionales.
- Desarrollar un plan de
seguimiento de compromisos institucionales.
- Promover la investigación sobre la problemática
de infancia, desde la perspectiva de derechos y la difusión permanente
de los indicadores sobre la situación de las niñas, niños y adolescentes
del país.
2.2 Articular las políticas
públicas a través de las redes, programas y servicios
|
Para la ejecución de políticas
públicas se partirá de la redefinición de funciones y ámbitos institucionales
y territoriales, para articular acciones y ampliar la cobertura y calidad de
los servicios de atención y protección a la niñez y adolescencia.
Con el propósito de optimizar el
aprovechamiento de la capacidad instalada, se construirán o fortalecerán
redes nacionales y locales de servicios de salud y educación, y redes de
servicios para problemas de maltrato, tráfico, explotación sexual y laboral.
Para el diseño, funcionamiento y control de estas redes, se promoverá la
participación ciudadana y el involucramiento de los gobiernos y actores
locales.
Es en el espacio local en donde se
concretan las políticas, los objetivos y se logran los resultados, bajo esta
premisa, las redes locales serán el eje articulador, coordinador y
facilitador de los procesos de reconocimiento del niño como sujeto de
derechos. Estas redes serán conformadas por actores claves sean éstas
instituciones, organizaciones o personajes que trabajan a favor de la
infancia.
Acciones principales:
- Diseñar un proyecto para la
creación de las redes, que contenga criterios de selección geográfica,
poblacional, situación de la infancia, institucional, organización comunitaria,
etcétera. Con este diagnóstico se procederá a realizar un pilotaje en
algunas localidades, con mecanismos de seguimiento y evaluación, con la
finalidad de definir el modelo acorde a las necesidades, intereses y
demandas propias de cada una de las localidades. Con esto cumplimos con
principios de descentralización y desconcentración de la gestión.
- Impulsar la implantación de Redes Comunitarias
de prevención, atención y garantía de derechos a través del diseño de un
mapa organizacional a nivel local.
2.3 Desarrollar un sistema de
monitoreo y control de la ejecución de políticas y programas
|
Estará encargado del seguimiento y
monitoreo a las funciones y responsabilidades institucionales, bajo supervisión
de un grupo técnico de seguimiento de políticas y programas.
Este sistema difundirá información
sobre la situación de la infancia y retroalimentará las decisiones del órgano
rector y las funciones del Sistema Nacional Descentralizado de Protección
Integral a la Niñez y Adolescencia.
La información servirá de insumo
para formular y ejecutar propuestas de investigación sobre la situación de la
niñez y adolescencia y el ejercicio de sus derechos.
Acciones:
- Definir indicadores que permitan
monitorear el cumplimiento de los objetivos y metas institucionales en
el cumplimiento de sus programas dirigidos a la población infantil.
- Fortalecer el Sistema de
Información e Indicadores Sociales del Ecuador, SIISE, a nivel nacional
y local, para que sirva de herramienta para el seguimiento y
planificación de los programas de atención y protección infantil.
- Promover el uso de
información a través de eventos de capacitación y difusión.
- Propiciar la integración a redes y otras
propuestas tecnológicas que permitan acceder a la información disponible
a través de los sistemas de información sobre infancia.
2.4 Diseñar e implementar
mecanismos de exigibilidad de derechos a nivel nacional y local
|
Estructuración del Sistema de Administración
de Justicia -para la niñez y adolescencia- al interior de la Función
Judicial, y creación de organos administrativos para la protección y garantía
de Derechos de la Niñez y Adolescencia. En el sistema deberán participar
representantes de la sociedad civil. El propósito es resolver asuntos
cotidianos relacionados, por ejemplo, con casos de maltrato, exclusión
injustificada del sistema escolar, entre otros.
En los niveles locales se
conformarán, progresivamente, órganos administrativos de exigibilidad de
derechos para promoverlos y actuar en la mediación y resolución de
conflictos.
Los mecanismos de exigibilidad de
derechos estarán dados por un órgano local autónomo, representativo,
paritario y permanente, no jurisdiccional que en ejercicio de una potestad
pública adopta medidas administrativas para la defensa y exigibilidad del
cumplimiento y restitución de los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Será de competencia del órgano de
exigibilidad de derechos la garantía, defensa, promoción, vigilancia y
exigencia de derechos, con una visión integral e indivisible. Brindará
asesoría y orientación sobre los derechos de niños, niñas y adolescentes y
los mecanismos de exigibilidad, tanto para su vigencia como para su
restitución.
Utilizará métodos no judiciales
para la resolución de casos de los niños, niñas y adolescentes que se
encuentran en situación de riesgo o hayan sido violentados en sus derechos.
Para el efecto, se apoyará en los servicios de atención especializada,
públicos o privados, de cada localidad (atención médica, psicológica, legal,
social, etcétera).
Previa a la conformación de
mecanismos de exigibilidad de derechos, se recomienda:
- Realizar un estudio comparado
de los modelos de órganos de exigibilidad de derechos de otros países, que
sirvan de base para el análisis y la elaboración del modelo ecuatoriano.
- Abrir un proceso consultivo,
destacando el rol de los municipios.
- Realizar reuniones con los
personeros municipales para informarles, motivarles e incorporarlos en
el proceso de elaboración conjunta de un modelo nacional y modelos
locales de mecanismos de exigibilidad de derechos.
- Realizar propuestas de
reforma constitucional y legal, que doten de un marco legal propicio a
dichos órganos de exigibilidad de derechos.
- Constituir formalmente una
Comisión Interinstitucional responsable de conducir el proceso.
- Consolidar una política de
alianzas y acuerdos con otros sectores sociales que estén trabajando en
propuestas de reforma legal e institucional: mujeres, etnias, etcétera.
- Articular los procesos de
reforma legal y constitucional con los procesos de descentralización y
empoderamiento de la población a nivel local.
2.5 Articularse a procesos
regionales. Monitoreo de la situación internacional
|
Existen oportunidades que debemos
aprovechar como la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño
en el año de 1990 por parte del Estado ecuatoriano y la Constitución Política
vigente en la que se reconocen y aseguran garantías a niños, niñas y
adolescentes.
Al ser la Convención un
instrumento internacional de aplicación de los Derechos de los Niños,
reconocida a nivel mundial por todos los países, a excepción de EEUU y
Somalia, nuevas corrientes de pensamiento se han desarrollado en los países
latinoamericanos; conocer estas experiencias, intercambiar información,
retroalimentar conocimientos, es básico para enriquecer las propuestas que se
generan en el ámbito nacional.
En este sentido, creemos
importante que nuestro país se articule a movimientos y procesos regionales a
favor de los derechos humanos de los niños, esto posibilitará potenciar
nuestras capacidades, ampliar nuestros conocimientos, aportar y desarrollar
nuevas estrategias de acción.
Para lograr esto se desarrollarán
las siguientes acciones:
- Incentivar un encuentro
regional de organizaciones a nivel regional que trabajan en el tema de
niñez y adolescencia.
- Convocar a un Congreso
Latinoamericano de niños, niñas y adolescentes para conocer
experiencias, demandas, intereses de los niños de cada país en torno a
temas de infancia.
- Formar un equipo regional que
realice un seguimiento, monitoreo del cumplimiento de los derechos de
niñas, niños y adolescentes en sus países y el ámbito regional.
- Fortalecer los 28 Comités de
Gestión Local para la implantación de los Sistemas Locales de Protección
Integral a la Niñez y Adolescencia, según lo planteado en la
Constitución Política del Estado y este Plan Operativo.
- Utilizar la tecnología informática para
intercambiar información: diseñar una página web, para socializar y
alimentar información con los países de la región.
2.6 Elaborar una estrategia de
comunicación y educación ciudadana en el tema de la nueva legislación
|
En cumplimiento del mandato constitucional,
durante el primer semestre del presente año, se realizó una Consulta Nacional
a fin de construir colectivamente la nueva Ley de Niñez y Adolescencia, con
participación de los diferentes actores políticos y sociales.
Esta nueva ley, que actualmente se
encuentra en proceso de construcción, pretende superar las limitaciones del
anterior Código de Menores, e incorpora los principios de la Convención sobre
los Derechos del Niño, la Constitución ecuatoriana y la Doctrina de
Protección Integral.
Con la plena vigencia de la nueva
legislación, ésto es cuando el Congreso Nacional la apruebe y sea publicada
en el Registro Oficial, es necesario emprender un proceso sistemático y
amplio de educación ciudadana y comunicación sobre los objetivos, contenidos,
alcances y principios de la nueva Ley, ya que ésto permitirá que la población
se apropie del tema y vele por el cumplimiento de la nueva ley.
Además, es necesario impulsar
procesos sostenidos de difusión, capacitación y entrenamiento a todos los sectores
y profesionales involucrados, para que su aplicación sea efectiva.
Para lograr esto planteamos
estrategias de comunicación y difusión y acciones de capacitación y
entrenamiento, mediante las siguientes acciones:
- Diseño de un plan de difusión
a nivel nacional y local.
- Coordinación con las
Universidades del país con el fin de iniciar procesos de capacitación a
estudiantes en la Ley de la Niñez y Adolescencia.
- Acuerdos con los Colegios de
Abogados para difundir y capacitar en los fundamentos, principios y
aplicación de la Ley.
- Capacitar a distintos
profesionales que estén involucrados en los temas de infancia:
periodistas, trabajadores sociales, médicos, sociólogos, maestros.
- Capacitar a los operadores de
la ley en los principios, fundamentos y aplicabilidad de la ley.
Evaluación, seguimiento y ajuste
del Plan Operativo de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes
|
Para la evaluación, seguimiento y
ajuste de este Plan Operativo, se deberá organizar una Comisión permanente de
los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, la cual estará integrada
paritaria y descentralizadamente, por representantes del Estado y la sociedad
civil involucrada en este plan.
La Comisión de los Derechos de las
Niñas, Niños y Adolescentes deberá coordinar sus acciones con los restantes
integrantes del Plan Operativo de Derechos Humanos; elaborar los cronogramas
de actividades respectivos, así como los mecanismos de financiamiento e
indicadores de gastos y resultados, entre otros.
Además, para el primer trimestre
del año 2002, esta Comisión deberá preparar un documento que resuma las
acciones en marcha y/o concluidas del Plan Operativo de los Derechos de las
Niñas, Niños y Adolescentes.
Este documento deberá formar parte
del Plan Nacional de Derechos Humanos. Resultados 2003, que los
actores involucrados, tanto del Estado y la sociedad civil, deberán dar a
conocer al país.
Bibliografía
Instituto Nacional del Niño y la
Familia, INNFA, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF,
"Nueva Institucionalidad por los Derechos de la Infancia". (Informe
Final del taller realizado por el INNFA, Foro y el PMT, 12, 13 y 14 de junio
de 1997).
Instituto Nacional del Niño y la
Familia, INNFA, "Defensorías de la Niñez y Adolescencia". (Informe
Final sobre la Defensorías de la Niñez y Adolescencia, 19, 20, 21 de junio de
1997).
Instituto Nacional del Niño y la
Familia, INNFA, Defensa de los Niños Internacional, DNI, "Construyendo
una vida mejor para la niñez", 1998.
Instituto Nacional del Niño y la
Familia, INNFA, Ministerio de Bienestar Social, MBS, PROJUSTICIA, FORO,
H.Congreso Nacional, "Consulta Nacional. Hacia una nueva Ley para niñas,
niños y adolescentes", 1999.
Notas
1 Institucionalidad es el conjunto de instituciones y entidades que tienen a su cargo la
formulación de políticas públicas, la prestación de servicios públicos, la
administración de justicia, la legislación y la representación del poder
público para la toma de decisiones nacionales y locales en lo concerniente a
la formación, cuidado y satisfacción de necesidades de los niños, niñas y
adolescentes del país, y en lo relacionado con la vigencia, ejercicio y
exigibilidad de sus derechos en la sociedad. Debe estar basada en: políticas
públicas concertadas; un Sistema Nacional de Protección Integral a la Niñez y
Adolescencia; armonía con los procesos de desconcentración y
descentralización institucional del país; y, el impulso a la participación de
nuevos actores sociales.
|