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E. Fundamento
El fundamento último de los derechos de los prisioneros de guerra no es otro que la dignidad de la persona humana.

La dignidad de la persona está amparada por las normas internacionales en toda situación y circunstancia, ni siquiera en las situaciones mas extremas, como lo puede ser un conflicto armado, justifican el trato inhumano para con los adversarios.

El combatiente al ser capturado por el enemigo conserva totalmente su dignidad como ser humano, únicamente pierde su libertad física pero mantiene sus derechos de integridad física y moral, sus libertades de expresión y conciencia, los derechos derivados del trabajo y todas las garantías judiciales en caso de juicio en su contra.

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