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Fundamento
El fundamento último del derecho a la cultura radica, como en todos los Derechos Humanos sin excepción en la dignidad de la persona humana. El fundamento inmediato o directo de este derecho radica en la proyección colectiva de esa dignidad: la dignidad y el valor intrínseco que toda cultura encierra. Así lo reconoce el artículo I. 1 de la Declaración de los Principios de la Cooperación Cultural Internacional, proclamada en París el 4 de Noviembre de 1966 por la Conferencia General de la UNESCO en su XIV reunión, cuando afirma:
Toda cultura tiene una dignidad y un valor que deben ser respetados y protegidos.

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