D7.5. REFLEXION Y ANALISIS
Desde fines del siglo pasado hasta la segunda mitad de este siglo hemos
asistido a un progresivo fortalecimiento del movimiento obrero, expresado
en la potenciación de sus pilares fundamentales: los derechos de
asociación sindical y huelga. Esto trajo como consecuencia una mayor
participación de los trabajadores en la política global de
los Estados. En los países de América Latina se ha dado un
proceso que generó la instalación dentro de los sindicatos
de ciertas cúpulas dirigentes, asociadas estrechamente con los grupos
de poder. En este sentido, la libertad de afiliación sindical pierde
sentido, al no expresarse en una verdadera participación democrática
del conjunto de trabajadores en la toma de decisiones de su propia organización.
Actualmente, estas mismas cúpulas sindicales han apoyado a los regímenes
neoconservadores y su política de "flexibilización laboral".
Esta política tiene como propósito minar la libertad de asociación
sindical y el derecho de huelga; ya no como lo hacía la Ley Le Chapelier
sino de una manera sutil. Estos procesos han abierto caminos hacia la atomización
de las asociaciones obreras, a crear en el trabajador una situación
de inseguridad en el empleo, al incremento de la competencia por un puesto
de trabajo, a la pérdida de la identidad y los lazos de solidaridad.
Así se procura evitar la estabilidad laboral del trabajador, a través
de la celebración de contratos de naturaleza precaria o extraordinaria,
por ejemplo, los contratos temporales, ocasionales, de tiempo parcial,
de maquila y otros.
Como consecuencia de todo lo expresado, en este fin de siglo asistimos
al debilitamiento de las organizaciones obreras y al regreso a un contractualismo
que parecía definitivamente enterrado en el marco de las relaciones
de trabajo. El trabajador individualmente considerado no podrá equilibrar
la balanza frente al poder del empleador, quién a partir de este
nuevo orden económico internacional y de concentración de
capitales, aparece asociado a grupos cada vez más fuertes e impersonales.