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E. Fundamento
El fundamento último del derecho a la participación en las ganancias no es otro que la dignidad de la persona humana.
El fundamento inmediato o directo de este derecho radica en la necesidad de preservar o garantizar que el trabajador reciba una remuneración equitativa en relación proporcional a los bienes producidos, de tal manera que no exista un gran desfase entre el salario recibido por el trabajador y la riqueza generada. Se trata, en definitiva, de minimizar la injusticia que supone la existencia de plusvalías o sobreproductos, como también se las denomina.
El fundamento inmediato de este derecho nace de la idea de que la empresa moderna ha dejado de ser patrimonio exclusivo del capital, convirtiéndose en una comunidad de producción en la que se combinan dos elementos: trabajo y capital. Por lo tanto, los resultados de esta actividad deben destinarse a satisfacer las necesidades de uno y otro; y el excedente habrá de distribuirse en la proporción que se estime adecuada sin que nadie pueda quedar excluido ya que se dañarían los principios de la justicia distributiva.

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