D1.2.1. DESDE LA REALIDAD
"El gasto en protección social en nuestro país supuso
en 1991 poco menos del 20 por 100 del PIB, porcentaje ligeramente superior
al de 1990, pero todavía unos seis puntos por debajo del promedio
de la CEE. Sólo Portugal queda por detrás. El mismo resultado
se da si se mide ese gasto social por habitante.
Dentro del total, el sistema de seguridad social supone el 70 por 100,
e incluye principalmente la asistencia sanitaria y las pensiones. A pesar
de los avances de los últimos años, el resultado es todavía
insuficiente. Medido en términos de PIB, en España el gasto
en pensiones es del orden del 6 por 100, mientras que el promedio CEE es
de dos puntos y medio superior. El importante aumento en el número
de pensionistas -que llega ya a seis millones- hace que la pensión
media sea todavía muy baja y no cubra una parte importante de las
necesidades de los pensionistas...
También el gasto sanitario está por debajo del promedio
comunitario en más de un punto porcentual respecto del PIB. Pero
más allá del gasto está el tema de la eficacia del
mismo y más ampliamente, el papel de la sanidad pública...
La alta tasa de paro en nuestro país condiciona el peso político
del tercer componente importante de los gastos de protección social,
el seguro de desempleo y las cantidades que se dedican a la promoción
del empleo"(1).