C7.2.5. REFLEXION Y ANALISIS
Teniendo en cuenta las actuales circunstancias sociales, políticas
y económicas en los cinco continentes el fenómeno de las
migraciones resulta inevitable. Ya se trata de migraciones internas, dentro
de los estados, ya se trate de migraciones de un Estado a otro.
Los trabajadores y las diversas masas de población se dirigen
allí donde hay trabajo o posibilidades de supervivencia.
Millones de europeos se han trasladado a América para trabajar
porque allí había más oportunidades. En España
las poblaciones rurales se han traslado desde los años sesenta a
aquellos lugares donde había industria, puestos de trabajo, institutos
y universidades donde estudiar, hospitales que te atiendan de las enfermedades
(Madrid, Cataluña, País Vasco, Valencia), cuando no han emigrado
a Francia, Alemania, Bélgica. Las dos Castillas, Extremadura y Andalucía
han perdido millones de personas y su capacidad de desarrollo.
El capital no se desplaza donde están los hombres ya que estos
pueden moverse y emigrar. Hoy, de la misma manera, los habitantes de los
países pobres vienen a EE UU. y Europa.
Contra ellos (¡cómo si no tuvieran ya bastante con adaptarse
a una cultura que no es la suya!) se están desarrollando una serie
de tópicos como el de la invasión extranjera, el de la delincuencia,
el del robo de puestos de trabajo a nacionales, el del tráfico de
drogas, que no se corresponden con la realidad. En 1991 fueron expulsados
de España 3.787 extranjeros. Por razones de delincuencia se expulsaron
16.
Se dice que vienen a quitarnos los puestos de trabajo. Pero no es cierto.
La verdad es que Europa y España necesitan a los inmigrantes.
En su mayor parte, los inmigrantes desarrollan los trabajos que los
nacionales no quieren ocupar. Así se sigue manteniendo el sistema.
Para que otros ocupen altos cargos y grandes puestos otros deben ocuparse
de las tareas que no se quieren ejercer por ser consideradas inferiores
pero son necesarias y para ellas no se necesita ninguna cualificación.
Pero no sólo vienen personas sin estudios. La fuga de cerebros
de países pobres a ricos es impresionante. Entre 1960 y 1990, Estados
Unidos y Canadá aceptaron más de un millón de inmigrantes
profesionales y técnicos de países en vías de desarrollo.
El sistema educativo de EEUU. depende en gran parte de ellos. En 1985,
aproximadamente la mitad de los profesores-asistentes menores de 35 años
de las instituciones de enseñanza de ingeniería eran extranjeros.
En Ghana, el 60% de los médicos que estudiaron a comienzos de los
años ochenta viven hoy en el exterior. Son personas que han estudiado
en su país de origen, gracias a los presupuestos de su nación,
y ahora benefician a los países más desarrollados. Resultan
rentables para los países desarrollados pues en su formación
no se ha invertido nada. Esta es otra de las formas en que los países
del Norte se aprovechan de los del Sur.
A lo largo de los años ochenta Europa ha recibido una masiva
inmigración proveniente del tercer mundo. En los años noventa
se está agudizando el problema. Los gobiernos europeos han desencadenado
una dinámica eminentemente represiva frente al fenómeno de
la inmigración. Expresión de esa política en España
la constituye la ley Orgánica 7/1985 de 1 de Julio antes citada.
En el seno de las Comunidades Europeas hay una preocupación
por impermeabilizar las fronteras.