Prohibición categórica y absoluta de que ningún funcionario o persona por él instigada, pueda infligir deliberadamente daños físicos o psíquicos graves a un detenido, en función de ningún fin político que se proponga lograr o evitar.
El derecho a la integridad física, psíquica y moral frente a la tortura y a las penas y tratos crueles, inhumanos y degradantes está relacionado con los siguientes derechos: