D15.7.6. EDUCACION SOBRE EL DERECHO
A la hora de elaborar un programa de enseñanza sobre los derechos
de los inmigrantes hay varios puntos importantes que han de tenerse en
cuenta.
En primer lugar, el sistema de extranjería responde a los intereses
de la comunidad nacional. Puede que parezca injusto, pero siempre es justificable
cuando cumpla la finalidad de salvaguardar los intereses de ésta.
El problema que se enfrenta los países receptores hoy en día
es que el sistema de extranjería, tal y como es, permite que se
vaya creando un sector de la población marginado, con todas las
consecuencias económicas y sociales que esto supone, tanto en la
vida del extranjero como en la de la sociedad.
En segundo lugar, dentro de este sector de la población de inmigrantes
pueden distinguirse dos grupos generales:
-
Los que han inmigrado por motivos económicos; es decir, para mejorar
las condiciones económicas de su vida;
-
Los que han inmigrado por motivos políticos; o sea, los que inmigran
a otro país para escapar la persecución política por
opiniones, creencias, etnia, etc.
Hay algo muy importante que ha de tenerse en cuenta a la hora de analizar
el trato que reciben estos extranjeros en el país de acogida. Y
es que la decisión de inmigrar no suele ser una decisión
tomada caprichosamente, porque muchas veces implica que el individuo haya
de romper con todos los lazos familiares, culturales y nacionales que forman
parte de la base de su identidad social. Es decir, en muchos casos que
vimos hoy en día, la inmigración representa el último
recurso para aquellos individuos que hayan agotado todas las posibilidades
de hacer una vida digna en su país de origen.
En tercer lugar, una vez tomado la decisión de inmigrar, el individuo
se enfrenta con una serie de dificultades legales y sociales en el país
receptor que impiden que se integre.
-
Dificultades legales: Estas vienen de dos fuentes. Por un lado, como el
país tiene la competencia de decidir quien puede entrar en el país,
es justificable - dentro de los parámetros del sistema- que no dejen
entrar determinados grupos de extranjeros si se cree que la presencia de
estos va en contra de los intereses nacionales. Por lo tanto, o se rechazan
estos extranjeros o éstos entran en el país ilegalmente,
asumiendo de ese modo todas las repercusiones que su estatuto ilegal puede
causar en su integración en la vida nacional. Por otro lado, aunque
se hayan cumplido las condiciones de entrada, el sistema exige que se cumplen
una serie de requisitos para permanecer en el territorio nacional. En concreto,
la concesión del permiso de residencia suele depender de la obtención
de un contrato de trabajo o concesión del estatuto de refugiado
o asilado. Sin embargo, resulta muy difícil que estos extranjeros
consigan un permiso de trabajo puesto que se encuentran en la última
escala de una jerarquía que da preferencia primero a los propios
nacionales del país de acogida, y lque:go a los diferentes grupos
de extranjeros que disfrutan de un trato especial. Además, el sistema
que regula la situación de los refugiados y asilados se remonta
al Convenio de Ginebra de 1951, instrumento que se desarrolló para
responder a los problemas de las personas desplazadas como consecuencia
de los acontecimientos de la segunda guerra mundial. Aunque las disposiciones
de éste han evolucionado desde entonces, no se han adecuado en la
medida suficiente para responder a los problemas de los refugiados y asilados
de hoy en día.
-
Dificultades sociales: Los inmigrantes encuentran muchas dificultades sociales
a la hora de integrarse en la vida de la comunidad nacional debido al rechazo
social que experimentan en el país receptor. Este rechazo surge
como consecuencia de prejuicios sociales que muchas veces se justifican
recurriendo a ideologías nacionalistas, pero nacen como consecuencia
del temor de que la presencia de los extranjeros limitará los puestos
de trabajo, influirá negativamente en la seguridad ciudadana y afectará
a la pérdida de la identidad nacional (tradiciones, costumbres,
cultura, etc).
Un programa de enseñanza dirigida a la situación de los extranjeros
tendría que basarse en dos puntos generales:
1. Un análisis del funcionamiento del sistema de extranjería
que se enfoca en dos puntos:
a. Los intereses nacionales que pretende salvaguardar, que son:
-
Los económicos: es decir, la medida en que el extranjero puede participar
en el sector económico, realizando actividades lucrativas, como
son el trabajo, las inversiones, la compra y venta de bienes, etc., sin
que estas actividades influyan negativamente en la vida económica
de la comunidad;
-
Los políticos: o sea, la protección del sistema político
imperante frente a las actividades no lucrativas de los extranjeros;
-
Los sociales: entendidos como la seguridad ciudadana.
b. Si es realmente justificable este sistema según los principios
que forman el fundamento ideológico de la doctrina de Derechos Humanos.
Estos principios son:
2. Un análisis de la actitud social de los miembros de los países
receptores de los inmigrantes que incluirá:
-
un conocimiento de la actitud de la sociedad;
-
un análisis del origen de ésta, comprobando si el rechazo
de los inmigrantes tiene fundamento;
-
dirigir la enseñanza hacia una actitud más comprensiva hacia
los inmigrantes.
De gran valor didáctico tiene el folleto explicativo publicado en
Madrid por el Centro de Investigaciones y Promoción Iberoamericana
bajo el lema Por qué están aquí, qué esperan
de la sociedad española.