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Reflexión y análisis referidos a los derechos de la Tercera Generación
A pesar de la discriminación que todavía sufre la mujer en el mundo, el presente nos muestra proyectos generados a través de la solidaridad como potencial a tener en cuenta en la construcción de una sociedad más justa para hombres y mujeres.

El asociacionismo, o la proliferación de asociaciones de mujeres es un fenómeno muy extendido en algunos países, como Perú, a pesar del contexto de violencia política y económica en el que se insertan. Así, en todo el país de Perú existen proyectos colectivos de comedores populares, programas del vaso de leche, talleres productivos, huertos comunales, etc.

En Italia, ha cobrado importancia el movimiento de las "donne in nero", que busca implantar los ideales de la no violencia. Y se ha expresado con enfrentamientos y movilizaciones en contra de la guerra del Golfo.

En Africa, existe un proyecto comunitario de grandes dimensiones. Se trata del movimiento del cinturón verde de Kenya. Se inició como medio de combate popular contra la desertificación, deforestación y degradación del suelo. Así, se plantaron los primeros árboles en 1977. Después de 14 años del programa, existen en la actualidad 1000 viveros, donde trabajan mujeres asalariadas para la crianza de las semillas. Hasta hoy, se plantaron y sobrevivieron 10 millones de árboles. El movimiento trata además de sensibilizar al público sobre la relación entre degradación ambiental y otros problemas como el despilfarro de los recursos naturales, el desempleo, la desnutrición, la pobreza y las consecuencias que ello tiene para la situación política y económica de Africa.

El ecofeminismo constituye un fenómeno político, originado en los últimos 15 años. De carácter internacionalista y con ciertas variaciones según las regiones, se considera parte de la rama académica Ecología Social. Las bases de esta última están en la vinculación entre la dominación de la naturaleza y la dominación social. El tema central del ecofeminismo es la crisis global. Los campos que abarca son increíblemente amplios. Desde la historia de la ciencia a la crítica epistemológica. De la ética ecológica a la crítica a la economía burguesa. Y de la teoría marxista a las políticas de los partidos verdes.

En la actualidad, el feminismo tiene mucho que aportar en el discurso de la paz. La mujer, al no participar de la cultura de la guerra y quedar relegada a las funciones de reproducción, creó otros valores más acordes con la naturaleza. La paz, debe ser comprendida, no como ausencia de conflictos bélicos sino como noviolencia. Modificar, entonces una cultura basada en la discriminación y la violencia necesita de nuevos valores, que las mujeres están ya brindando.

La relación entre mujer y desarrollo, históricamente se nutre de la marginación y exclusión de la que fue y sigue siendo característica del sexo femenino. Las mujeres han sido relegadas en la decisión en cuánto a objetivos, aplicación y evaluación de los proyectos de desarrollo. La situación tiende a revertirse, a partir de ciertos organismos internacionales que incluyen a las mujeres en las decisiones y evaluaciones de los programas y la protección de este derecho en textos internacionales.

Los derechos de tercera generación se centran en el principio de la solidaridad. El feminismo, con su crítica a la sociedad patriarcal que invisibiliza a la mujer, tiene en sí la fuerza para construir un nuevo discurso para la paz, al generar un sujeto solidario en vez de egoísta. La modernidad creó la noción de un sujeto aislado, interesado únicamente por la satisfacción ilimitada de sus deseos. Sin que él sea deudor de alguien o viceversa. Los movimientos de mujeres expresan que la solidaridad es posible. La construcción de una nueva sociedad, con otro modelo antropológico de sujeto. Donde la identidad y el desarrollo integral de mi "yo" sea posible además por mis relaciones con los otros "yo". La creación de una nueva cosmología donde las otras personas ocupen una posición privilegiada en nuestras vidas.

Conclusión final: En definitiva, la discriminación contra la mujer viola los principios de igualdad de derechos y del respeto de la dignidad humana, dificulta su participación en las mismas condiciones que el hombre, en la vida política, social, económica y cultural de su país, constituye un obstáculo para el aumento del bienestar de la sociedad y de la familia y entorpece el pleno desarrollo de las posibilidades de paz y desarrollo para la humanidad.

Conviene terminar la reflexión con una cita de Marcela Lagarde:

..."Las mujeres desconocemos en gran medida nuestra historia y nuestra identidad. Somos desconocidas para nosotras mismas, expropiadas de los medios para conocernos. Crédulas a los mitos a cambio de las más diversas realidades, hemos estado impedidas para vernos. Ocupadas en mirar a los otros, hemos sido deslumbradas por su presencia; nos han dicho que bastaba su mirada para existir. Por eso sólo hace muy poco tiempo nos hemos decidido a mirar con ojos propios...

...Salir del olvido es convertir en memorables los signos femeninos; buscar y registrar testimonios, rastros, mensajes, huellas dejadas en nuestros andares. Pero no es suficiente con tener una red plena de testimonios y datos para hacer memorables los hechos femeninos. Es preciso interpretarlos, darles un sentido: el sentido de la inmortalidad, es decir, de la historia"(7).

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