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A. Origen y evolución histórica

A lo largo de la historia el fenómeno del hambre ha sido un elemento constante en la existencia humana.

En unas ocasiones la existencia del hambre era debida a epidemias, como las que azotaron Europa durante los siglos XIV y XV.

En otras ocasiones era debida su existencia al estancamiento de los cultivos, a una baja productividad o a la utilización de técnicas arcaicas o a unas desfavorables condiciones meteorológicas.

Sin embargo a partir del siglo XIX comienza el fenómeno de la insuficiencia crónica de los recursos alimenticios, debido entre otros factores, a estrictos defectos de organización social.

Ese fenómeno se ha acrecentado durante las dos últimas décadas, especialmente en los países pertenecientes al Tercer Mundo.

Cuando se estaba elaborando, en el seno de las Naciones Unidas, El Pacto internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) se debatió si el derecho a la vida debiera comprender el derecho de todo ser humano a una adecuada alimentación. Algunos miembros del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales consideraron que el derecho a la alimentación a que se refiere el artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, no debe ser tratado como un fenómeno aislado, "sino como parte del derecho a la vida", puesto que la alimentación es necesaria para la vida humana y sin aquella no es posible el goce de los demás derechos, tanto civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.

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