Sólo en los últimos años, a partir de los años setenta en los países del norte y centro Europa, como Alemania o Dinamarca, es cuando empezaron a plantearse las cuestiones referentes a los derechos de los soldados.
En España, también comenzó a plantearse la necesidad de sindicatos y asociaciones profesionales para la defensa de los derechos e intereses legítimos de las personas pertenecientes a las Fuerzas Armadas. Las personas integradas en dichas asociaciones o fueron procesadas, en aplicación de la legislación vigente, restrictiva de tales derechos, o fueron expulsadas del Ejército.