En relación a los enfermos mentales es preciso subrayar, en el sistema jurídico español, la lamentable situación de deterioro y de violación de sus derechos. Frente a una psiquiatría manicomial, impositiva y coactiva, que no les trata como personas, luchan con sus escasos medios por una psiquiatría libre, en régimen abierto y en comunidad, basada en el libre consentimiento del paciente y con plena información de todo aquello que le afecte. Defienden también la existencia de una psiquiatría popular que esté al alcance de toda la población, sin distinción de clases. (2)